Así es, lo que la gente compra es la seguridad, tranquilidad, progreso, lujo, estatus, protección, techo, renta, futuro, etc.

La gente no piensa “voy a comprar una casa por que sí”.  Detrás de la decisión están un sin número de sentimientos.

Identifica esos sentimientos en tu cliente y enfócate en cubrir ese deseo o necesidad primero antes que nada. Lo demás es pan comido.

Ayúdale a tu cliente a entender lo que realmente quiere y por qué lo quiere.

Tu cliente necesita ese cambio, identifícalo y ofrécelo, llévalo a ese estado emocional que quiere, acompáñalo en ese viaje, eso es todo.

Por otro lado: “Ojo con el cliente”

Más del 80% de las personas que contratan los servicios de un agente de bienes raíces elige al primero que le devuelve la llamada.

Entonces, sabiendo esto deberíamos adoptar la misión de estar atento al llamado y responder con responsabilidad.  

Debemos “calmar y tranquilizar a nuestros clientes potenciales, los tantearemos para saber que quieren, afirmaremos que somos los mejores, los más rápidos los que mas nos preocupamos por nuestros clientes y los atenderemos como debe ser, con soluciones.

En un mundo tan globalizado y rápido no podemos desaprovechar una llamada entrante de una persona que necesita algo.  Debemos adoptar una postura proactiva para poder cerrar cada vez más ventas.

Entonces volvemos a la premisa de que “debemos estar en la mente del cliente como primera opción”.  La segunda opción no, la primera.  En marketing se llama “top of mind” y es allí donde el trabajo sincronizado nos lleva al cierre.

Powerfull!!!!

Con cariño,

Néstor Andrade.

P.D. Aprovecho en este momento para invitarte a que rompas el paradigma del dinero…
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